La obra “Medina” sumerge al espectador en la profundidad y tranquilidad de las calles de Chefchauen. La fotografía, tomada en un callejón de la medina, muestra un arco pintado de un azul vibrante que se eleva sobre la escena, enmarcando la figura borrosa de una persona que camina, capturada en pleno movimiento. Esta presencia fantasmal añade un elemento dinámico a la quietud del entorno.
La paleta de colores, con sus tonalidades de azul y las texturas de las paredes y el adoquín, habla de la rica historia y cultura de la ciudad. Los maceteros azules aportan puntos de interés y vida, mientras que la arquitectura tradicional invita a explorar más allá de la imagen.
“Medina” es un testimonio de la vida cotidiana en Chefchauen, un lugar donde el tiempo parece fluir a otro ritmo y donde cada rincón ofrece una historia. Con esta imagen, se busca no solo documentar la belleza de la medina sino también transmitir la sensación de estar inmerso en su atmósfera serena y atemporal.
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