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Hay libros que nos devuelven la fe en la palabra escrita, que nos recuerdan por qué leer no es solo un acto intelectual, sino profundamente emocional. Iluminaciones, de Pedro G. Cuartango, es uno de esos libros. Publicado por la editorial Círculo de Tiza, esta obra recoge una serie de textos breves que funcionan como pequeñas meditaciones sobre la vida, la literatura, la melancolía y el paso del tiempo. Un ensayo que no pretende enseñar, sino acompañar.
En un panorama editorial dominado por la urgencia del presente y la opinión rápida, Cuartango opta por la calma, por la introspección, por la belleza de lo duradero. Y lo hace desde un lugar que me resulta familiar: la nostalgia no como debilidad, sino como resistencia.
Un libro para leer despacio
A lo largo de sus páginas, Cuartango habla de Kafka, Cioran, Zweig, pero también de la muerte de la lectura, de la soledad moderna, del amor cuando se vuelve recuerdo. Cada fragmento es un espejo donde el lector encuentra algo de sí mismo. No hay un hilo narrativo al uso, pero sí una coherencia emocional profunda. Es un libro que se abre al azar, que invita a ser subrayado, que pide pausa.
Lejos de ofrecer respuestas, Iluminaciones plantea preguntas. Y lo hace desde un lenguaje sencillo, elegante, sin estridencias. El estilo de Cuartango es clásico en el mejor sentido: preciso, melancólico, con ecos de los grandes ensayistas del siglo XX.
Leer como acto de rebeldía
Una de las ideas más importantes del libro es que leer se ha convertido en un acto contracultural, casi subversivo. En uno de sus pasajes más citados, Cuartango afirma:
“Leer hoy es un anacronismo, un vicio pecaminoso, un acto de onanismo. Quizás sea uno de los últimos gestos de rebeldía ante la invasión de la estulticia que soportan nuestros sentidos.”
Esta declaración, lejos de ser puramente provocadora, encierra una verdad incómoda: hemos dejado de leer con profundidad, con lentitud, con entrega. Cuartango, con la lucidez de quien ha vivido varias épocas del periodismo y la cultura, nos invita a volver a ese lugar íntimo que solo los libros saben ofrecer.
Un ensayo para lectores que aún creen en la palabra
Iluminaciones no es para todo el mundo, y eso lo hace más necesario. Es un libro para quienes leen con lápiz en mano, para quienes disfrutan del silencio tanto como del texto. Para quienes todavía buscan sentido en medio del ruido.
Como lector, me he sentido interpelado por cada fragmento. He admirado la honestidad de alguien que no teme mostrarse vulnerable. Y como ciudadano de este tiempo convulso, he agradecido una obra que no banaliza, que no simplifica, que no huye.
Un libro necesario y atemporal
En tiempos de titulares, de redes sociales, de lectura en diagonal, Iluminaciones es una bocanada de aire limpio. Un libro escrito desde la experiencia, la sensibilidad y la inteligencia. Pedro G. Cuartango no pontifica, no alecciona: simplemente comparte su forma de mirar el mundo.
Y en esa mirada hay belleza, verdad y una profunda ternura por aquello que se pierde. Si tuviera que recomendar un ensayo literario contemporáneo que defienda la lectura como forma de vida, sería este. Sin duda.