Parkinsonismo
El parkinsonismo inducido por fármacos es una afección que imita los síntomas de la enfermedad de Parkinson, pero es causada por ciertos medicamentos en lugar de por la degeneración progresiva de neuronas observada en el Parkinson. Esta condición puede ser resultado del uso de fármacos neurolépticos, también conocidos como antipsicóticos, particularmente aquellos que bloquean la acción de la dopamina, un neurotransmisor clave en el control del movimiento.
Los síntomas del parkinsonismo inducido por fármacos pueden incluir bradicinesia (lentitud de movimiento), rigidez muscular, temblores en reposo y trastornos de la postura y la marcha. Estos síntomas pueden aparecer días, semanas o incluso meses después de iniciar el tratamiento con el fármaco causante.
El diagnóstico se basa en la historia clínica del paciente, la cronología de la aparición de los síntomas y la respuesta a la retirada o reducción del medicamento sospechoso. El tratamiento principal es la descontinuación del fármaco causante, si es posible, y el manejo de los síntomas. En algunos casos, puede ser necesario cambiar a un fármaco antipsicótico con un menor riesgo de inducir parkinsonismo o agregar medicamentos que ayuden a controlar los síntomas, como los agentes colinérgicos.
Es importante destacar que, aunque los síntomas pueden ser similares a los de la enfermedad de Parkinson, el parkinsonismo inducido por fármacos es generalmente reversible con la interrupción del tratamiento que lo provoca. Sin embargo, la recuperación puede ser gradual y no siempre completa, especialmente si el uso del fármaco ha sido prolongado.